
Cuando el sentido pende de un hilo.
Cuando empiezo a desvariar
Cuando me hablo a mi mismo al oído
Cuando elijo no decirme nada.
Prefiero permanecer mudo ante el silencio,
verme caer y volverme a levantar.
Prefiero morir estando despierto
que vivir estando muerto.
Así elegí un día el camino andado,
como quien tras siglos de penumbra
recupera la luz perdida de un sol
y vuelve a mirar atrás.
Devuelvo la imagen perdida a un espejo
roto en miles de pedazos de hielo
que se despeñan a un suelo de fuego
y borran el reflejo de un sueño.