
Bajo un cuerpo de hierro,
tras rejas de amargura se esconde
la verdad de un pasado gris y negro
donde no caben más resignaciones
Cada batalla perdida,
Cada guerra abandonada
mantienen un hilo de piel rota
por las heridas de un cruel mañana
El sino, que ya no espera, busca
detrás de un callejón oscuro
una pared pintada con sangre
ante la que poner una víctima y su espada.
Marcas rojas sobre un muro blanco,
pureza bañada de entrañas
arrancadas por un filo de emociones
que cuesta hacer desterrarlas.
Lunas perdidas mirando al cielo,
tardes que se van cargando un lamento,
restos de perdidas miradas
que desean volver de nuevo
Arrojar al infierno un instante.
Devolver a la vida el sentido.
Resucitar la ilusión perdida
de lograr un nuevo destino.